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Por: María Alejandra Gómez

Editora

 

Después de varios meses de ausencia, Tinta Negra ha regresado y esta vez vuelve para ustedes en versión digital.

 

Como editora solo puedo afir­mar que como publicación nos adaptamos a los medios que nos rodean, que nos trasformamos para ustedes, pero no para quedar archivados, sino para continuar con esta labor, para llegar fácil­mente a cada uno de sus hogares, smartphones y tablets.

 

Igualmente aprovechamos las ventajas que implica tener una versión digital, pues no solo segui­mos diseñando nuestro número, sino que ahora nos permitimos realizar una labor más caliente, que cuenta con columnistas y que le apunta a tener cada vez más contenidos, lectores y seguidores.

 

Como hasta el momento no tene­mos redes sociales, nuestros textos y fotografías serán compartidos en la página de Facebook de “Conver­sas” de estudiantes, Directivas y do­centes Com Social Per. Uniminuto y también a través de nuestra página web se pueden poner en contacto con nosotros, como siempre.

 

Con este número volvemos a po­nernos en el radar con un especial dedicado a la Feria del Libro. En­trevistamos a Mauricio Silva, editor de la revista Bocas, que por estos días hace el relanzamiento de su libro De millonarios me enamoré. La entrevista, a cargo de nuestro periodista Daniel Soler, es un ejem­plo de superación, obstinación y ri­gurosidad periodística. Igualmente, nos permitimos reseñar dos libros que estarán presentes en la Feria del Libro 2017 y un foto-reportaje sobre la reciente tragedia de Mo­coa, la cual conmovió a millones de colombianos y nos recordó que con el apoyo y la unidad es posible levantarse de entre el lodo o las cenizas, como lo hace el ave Fénix, que alza nuevamente el vuelo, de­jando la muerte y la tristeza a un lado para cultivar esperanza.

 

Para finalizar, terminamos nuestro número con un texto a cargo de Priscila Rigoni, corresponsal de Bra­sil y estudiante de intercambio que se traslada por las calles bogotanas para dar cuenta de la vida corta de graffiti en nuestra ciudad, a través de un reportaje breve, en el que una vez más, lo efímero sobresale sobre aquello que supuestamente es para toda la vida pero que, como todo lo humano, un día se encuen­tra vigente, luego desaparece y tal vez, en un futuro cobra existencia.

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Como el Ave Fénix

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