Tinta negra
La alegría de comer
Por: Valentina López Rodríguez
Existe todo tipo de alimentos y suplementos para llevar una vida saludable, tales, como los jugos verdes, las ensaladas, las frutas, proteína y vitaminas. No obstante, cuando todo se lleva al extremo, las cosas cambian y se puede trasformar en una obsesión, así como existen los compradores impulsivos, los adictos a los videojuegos, y aquellos obsesionados con lucir cuerpos ‘Fit’. Este interés puede dar lugar a una forma de ansiedad causando rigidez y desequilibrio mental porque durante el día ocupan gran parte de su energía y atención en qué se come, cuánto y cómo lo hacen.
No se da un respiro de estas dietas que se llevan día a día, y constantemente la gente se tortura la cabeza, porque si bien tienen la intención de llevar una alimentación sana con esta intensidad, el asunto se trasforma en algo poco saludable.
La gente se abstiene de comer lo que realmente quiere, pues las dietas se basan en la prohibición y la restricción, hasta que llega un punto de estrés en el que no se puede sostener la dieta y luego se produce ese sentimiento de culpa y frustración. Es importante cambiar el chip y volver a sentir el placer a la hora comer, tomando buenas decisiones, aprendiendo y disfrutando.
Se puede llevar una vida saludable con las preocupaciones que implica ir a una heladería o a una pizzería a compartir con los seres queridos. Hay que dejar a un lado la idea de las dietas estrictas, y pensar en mejorar los hábitos alimentarios sin tener que torturarse sintiendo culpas innecesarias, pues la comida es lo que mantiene a una sociedad en armonía y unida.