Tinta negra
El partido “castrochavista” de las Farc
Por: Juan Sebastián Velandia Huérfano
El 1 de septiembre en la Plaza de Bolívar de Bogotá, fue presentado el partido político de las Farc. Los colombianos esperaban una nueva sigla. Sin embargo, la organización decidió conservar la misma y cambiar el nombre a Fuerzas Alternativas Revolucionarias del Común, lo que generó comentarios divididos. Su nombre paso a segundo plano en frente al logo, el cual evoca a partidos socialistas como el Partido Socialista Español PSOE y Partido Socialista en Argentina, ya que en estas dos organizaciones políticas también se presenta una rosa de color rojo.
¿Es realmente el comunismo y el socialismo la niña fea que siempre se aparta? Nuevos actores políticos como las Farc producen miedo a los existentes. No es en vano que el Centro Democrático tuviera un gran interés en sabotear el acuerdo de paz en 2016 –y lo lograra- y también quisiera impedir el lanzamiento de su movimiento públicamente. Esto se debe al miedo que les despierta a las clases hegemónicas que estas personas -a las cuales se les ha tildado como “ignorantes” y “corrompidas”- tengan un poder de discurso fresco y convincente, con unas ideas que lleguen a causar serios problemas a los distintos partidos que están interesados en la presidencia de Colombia en 2018.
Cuba es un país socialista, o en otras palabras uribistas, un país “castrochavista”, pero recibió felicitaciones por parte de la Unesco en su ardua labor en la alfabetización de los habitantes. Mientras tanto, un país neo-liberal como Colombia, tiene tasa de analfabetismo de 5,8 según el Ministerio de Educación Nacional -esto quiere decir que el terror implantado no tiene sentido en muchos aspectos-. Margaret Chan directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS) halagó el sistema de salud cubano y afirmó que es un ejemplo a seguir. Por el contrario, en Colombia es preocupante el sistema financiero de las EPS ya que muchas de ellas tienen deudas para permanecer y operar en el sistema de salud.
Esa “niña fea” deja de serlo cuando se evidencia que hay unas mejores condiciones de vida en donde se implanta el sistema comunista o socialista que han sido halagadas por distintas organizaciones mundiales tales como la UNICEF, pues su modelos son ejemplares para la lucha de la pobreza en el planeta.
Estamos en un momento coyuntural en el que tenemos que asumir una actitud crítica frente a lo que se nos presenta. Por un lado, no debemos dejarnos convencer por todo lo que diga las Farc, y tampoco por lo que los diferentes partidos afirmen, esto no es una relación de héroe contra villano, en este conflicto hay matices que se deben considerar y lo único que nos queda es mirar si estos “corrompidos” o si los ladrones de cuello blanco, vienen a ofrecer mejores cosas.