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Por: Angie Lorena Osorio

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Siempre nos han dicho que debemos estudiar y trabajar para así poder pensionarnos y tener cómo pasar una vejez digna, pero ¿qué pasa cuando no se tiene un trabajo estable o no se tuvo la oportunidad de ahorrar para cuando este momento llegara? Pues bien, este es el caso de muchos ancianos en Bogotá que son abandonados tanto por sus familias como por el Estado.

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La ley indica que los hijos o nietos que abandonen o maltraten –física o psicológicamente– a una persona de la tercera edad serán sancionados. Estas sanciones pueden llegar a ser penales y van desde los 4 a los 8 años de prisión si no suplen las necesidades básicas de una persona mayor de 60 años (alimentación, vestuario, salud, etc.). Pero a pesar de que existen leyes y artículos que apoyan a estas personas, la realidad es otra. Solo en las calles Bogotanas se encuentran más de 700.000 adultos mayores abandonados y el 10% de ellos están en condición de indigencia, señaló el portal Las 2 Orillas. Entonces ¿Qué está pasando con la ley? De nada sirve crear artículos y leyes que promuevan los derechos de los ancianos si ninguna autoridad o entidad responsable se hace cargo de cumplirlas.

Por otro lado, existen asilos del distrito que brindan todas las ayudas para que los ancianos tengan una mejor calidad de vida, pero como es de esperarse los cupos son limitados y como se dice coloquialmente no hay cama pa´tanta gente, así que muchos deben dormir en las calles o encontrar asilos económicos y miserables en los cuales pasar los últimos días, y porque no, las últimas horas de vida. ¿Es que nadie se da cuenta que la vejez es la edad dorada y que queramos o no todos vamos para el mismo lado? Entonces ¿por qué no les garantizamos a los ancianos una vejez de calidad así como luchamos por la igualdad de género y por la adopción igualitaria?

Por último, el tema de la pensión es el eje central de toda esta problemática. Si todos los adultos mayores contaran con pensión no se verían obligados a internarse en un asilo, ser maltratados y en el peor de los casos vivir en la indigencia, pero lamentablemente el 75% de los abuelos no cuentan con una pensión para sobrevivir, según el diario El Tiempo.

¿Cómo responde el Estado y el Distrito ante esta situación? Debe aceptarse que, si bien la irresponsabilidad de las familias al abandonar a los ancianos es el problema más grave, el Estado debe garantizar una pensión para que los ancianos puedan subsistir por si solos sin verse obligados a usar programas o a ser “mantenidos”.

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Es cierto, los abuelos hoy son una minoría, pero la población todos los días es más vieja y un día nosotros seremos los viejos. Los ancianos ya vivieron su vida, ya pagaron todos los impuestos que pudieron, y hoy, antes de que nosotros lleguemos allá, a la tercera edad, debemos respetarlos, apoyarlos y no dejarlos solos, por que así como ellos nos apoyaron cuando fueron jovenes, así como le dieron la vida a nuestros padres, debemos garantizar sus calidad de vida y no dejarlos solos en esa etapa en la que el peso de los años cala los huesos y despierta el cansancio.

¿Qué pasa con los abuelos?

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