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Reinserción: ¿Un nuevo estilo de vida?

Por: María Español Fonseca y Daniela Abella

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Foto:  María Español Fonseca

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Existen más de 80.000 casos de  desaparición forzada en Colombia y se desconoce el paradero de la mayoría de las víctimas. A pesar de ello miembros de grupos insurgentes han podido salir libres para reinsertarse a la vida civil.

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“No me arrepiento de nada” dice Henry Garavito, un hombre de 34 años que actualmente se encuentra en la cárcel de Acacías-Meta, un lugar apoderado por las fuertes oleadas de calor que cuenta con unas amplias celdas, baños y lugares de visita donde los reclusos tienen la oportunidad de escuchar música y ver películas a su gusto. Se encuentra en un patio que recibe el nombre “cola de pato 2” pagando una condena de 5 años con el fin de culminar su proceso de desmovilización. Más conocido como “Chaval”, este hombre ha sido el autor de múltiples delitos que afectaron a personas inocentes y a miembros del grupo al margen de la ley, y no resulta extraño pues desde niño ha ejercido estas prácticas.

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Ingresó al grupo paramilitar a la edad de 11 años por voluntad propia con el fin de reaccionar ante los abusos que sufrió por parte de su tío durante la infancia. “Mi primera víctima fue mi tío. Cuando ingresé a este grupo armado me enseñaron no solo a construir armas sino a utilizarlas, por esto cuando tuve la oportunidad de salir solo a las calles con una de estas lo asesiné, tenía  12 años y sentí un inmenso alivio”, cuenta  con dureza. Así, una vez terminada la tarea, se integró a su grupo armado, en donde se sentía como en casa, los miembros de ese grupo se habían convertido en su familia.

Henry, habla con total serenidad de todos los delitos que ha cometido, desde secuestros hasta asesinatos. “Esto claramente no es vida, y muchas veces me pongo a pensar, sin embargo no me arrepiento, es mi trabajo”, reafirma.

 

No obstante, pese a  que este hombre conoce todos los beneficios que podría traerle la desmovilización para reinsertarse asegura que eso no le dará la vida que llevaba. “Llevo toda la vida trabajando con los grupos armados que pelean contra las autodefensas, por esta razón no sé desempeñar labores básicas. Mi salario en este grupo era de unos dos millones de pesos, al mes, y  no me imagino viviendo con un mínimo”, y lo dice con seguridad, pues su experiencia incluye dos intentos de desmovilización, reinserción y acceso a los beneficios del Estado, y aún así Henry ha vuelto a recaer en estos grupos armados ilegales.

 

No obstante, a pesar de lo que exponen los beneficios que brinda el Estado para los reinsertados, es muy alto el nivel de consideración teniendo en cuenta el daño causado a la víctimas, pues reciben ayudas económicas, beneficios laborales y de vivienda a los cuales pueden acceder una vez hayan cumplido la condena que se les imparte por los delitos cometidos, seguido de una solicitud al acceso de estos beneficios que realizan presentándose en la Agencia Colombiana de Reintegración (ACR). Luego de seguir el debido proceso comienzan a ser partidarios de ayudas adicionales como beneficios escolares para sus hijos, subsidio de transporte, entre otros, que se encuentran en la resolución 0754 del 2013. Aunque existen estos, las personas que hacen parte de los grupos armados prefieren no acceder a ellos pues cuenta “Chaval”, el primer obstáculo son los largos tiempos de espera y el segundo el escepticismo que sienten los excombatientes que aseguran que en la mayoría de casos el gobierno no les da lo que realmente está escrito en la resolución. Finalmente el tercero es que ni con todos los beneficios que les brindan podrían darse la vida que se dan con el salario que reciben de los grupos armados ilegales. 

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Para convencerlos de lo contrario, anualmente se realiza un evento a nivel Cundinamarca destinado para las víctimas de la violencia y desmovilizados, en donde durante dos días se dan a conocer las ventajas de desmovilizarse dejando su pasado de lado y comenzando una nueva vida. El Secretario de la Gobernación de Cundinamarca, Nelson Velásquez quien se encarga de realizar esta actividad cada año en un municipio diferente del departamento, afirma que esta no se realiza solo con el fin de que exista una interacción víctima- victimario generando un ambiente de paz y perdón, sino que además los desmovilizados puedan sentirse incluidos tanto en las actividades como en los programas educativos, alimenticios y de vivienda. “Me siento muy orgulloso de los logros que he alcanzado ya que en algunos municipios se han logrado procesos de perdón muy importantes, partiendo desde el punto en que había gente que no se soportaba por razones muy claras y a raíz de esto, las cicatrices del conflicto armado se han venido superando, un evento que ha servido más que para beneficiar materialmente, sirve para integrar y rearmar los tejidos sociales que se encontraban rotos”.

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Adicionalmente, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), crea una misión social para verificar y apoyar la reinserción de los ex combatientes. Ha acordado realizar esta misión para apoyar el proceso de Paz en Colombia, se centrará en la reinserción y seguridad de los ex combatientes. “Debemos vigilar que se garantice la seguridad personal y colectiva de los ex combatientes y los programas para la protección de comunidades y organizaciones en los territorios afectados por el conflicto”, afirma la ONU .

 

Henry, quien en algún momento tuvo la oportunidad de asistir a uno de estos eventos y conoce acerca del proyecto de la ONU, confirma lo anterior. “Tuve la oportunidad estar en uno de los eventos realizados por la gobernación de Cundinamarca, en donde descubrí la cantidad de beneficios que existen para los desmovilizados y donde se nota el perdón de la mayoría de víctimas hacia los victimarios. En cuanto al proyecto de la ONU me parece un poco interesante”. Sin embargo, no cambia su postura frente al arrepentimiento nulo con respecto a todos sus actos, y,  pese a que se genera un ambiente de perdón y cambio para reinsertarse en la cotidianidad, afirma que aunque está en su proceso de desmovilización, motivo por el cual se encuentra pagando una condena de 5 años, volvería a ingresar al paramilitarismo si tuviera la oportunidad, pues, a pesar de que existen eventos como este donde pueden ayudarle en el proceso de adquisición de sus beneficios y de su reinserción tratándolo como una persona común y corriente, nada de esto le asegura una vida como la que puede darse perteneciendo a estos grupos ilegales. “Aunque vivo en constante peligro, porque nunca sabes cuándo puedes amanecer muerto o incluso ser asesinado mientras duermes, esta es la vida que yo elegí y nada de las cosas que brinda el supuesto Estado puede mejorarla. En la selva le enseñan a uno que no existe el dolor y aunque soy un ser humano, debo ser fuerte y debo saber a qué cosas me someto”.

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Adicionalmente, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), crea una misión social para verificar y apoyar la reinserción de los ex combatientes. Ha acordado esta para apoyar este proceso en Colombia, se centrará en la reinserción y seguridad de los ex combatientes. “Debemos vigilar que se garantice la seguridad personal y colectiva de los ex combatientes y los programas para la protección de comunidades y organizaciones en los territorios afectados por el conflicto”, afirma la ONU. Por otra parte, Los miembros del Consejo de Seguridad han destacado una vez más su satisfacción por el curso del proceso de paz en Colombia y subrayaron su voluntad de seguir apoyándolo.

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Fabio López analista de medios y director del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional encabezó, un proyecto denominado RECONCILIACIÓN, PERDÓN Y MEMORIA; el cual consiste en recuperar la memoria histórica del conflicto, considerándolo fundamental para la construcción de identidad, enfocándose en cómo el conflicto golpea muchos territorios. “Se han venido haciendo trabajos en 22 municipios de Cundinamarca y hay que decir que no todo es tragedia, hay mucho valor, mujeres berracas, mujeres con dignidad, la sociedad colombiana debe enterarse estos temas que abarcan a las víctimas y victimarios”. Es importante hacer un sondeo no solo de los victimarios desmovilizados y sus razones para tomar esta decisión, sino de los victimarios que como Henry que no se arrepienten  de nada, no ofrecen un perdón y están dispuestos a seguirlo haciendo. Actualmente hay más de 63 mil personas desmovilizadas en Colombia y se espera que el número vaya en aumento, por esta razón el proyecto es tan importante, porque además de tener un trasfondo histórico tiene historias personales, las cuales vale la pena escuchar y entender para lograr una comprensión del tema.

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Las oportunidades que se le brindan a “Chaval” son oportunidades tentadoras que le otorgan algunas las entidades del Gobierno. “No voy a negar que todo lo que ofrecen es muy tentador, sin embargo, tarda mucho tiempo y en ocasiones no se cumplen las promesas hechas por estas entidades”. Como él, numerosos combatientes y ex combatientes mantienen su postura y a pesar de la existencia de muchos testimonios y pruebas avaladas por el Estado, no están dispuestos a ceder ante estas u otras propuestas, la reinserción nunca será un estilo de vida.

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