Tinta negra

Por: Angie Xilena Garcia.

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Bajo la dirección Theodore Melfi, escrita por Allison Schroeder y basada en el libro de Margot Lee Shetterly  Hidden Figures: The Story of the African-American Women Who Helped Win the Space Race. Este filme cuenta la historia Katherin Johson, Dorothy Vaughn y Mary Jackson, tres mujeres negras científicas, quienes trabajan en proyectos relacionados con la carrera espacial de la NASA en los años 60. Las mujeres, que son interpretadas por las actrices Tarji P. Henon, Octavia Spencer y Janelle Monáe, respectivamente, demuestran cuál es su verdadero rol en la sociedad, más allá de un género y un color de piel.

Este biopic es una muestra clara de temas aún coyunturales como el racismo y la  indiferencia de la sociedad hacía las mujeres y es una clara evidencia del empoderamiento del género, que con trabajos grandes que igualan o superan el de cualquier hombre, es capaz de romper con los estereotipos.

Desde el inicio de la película surge una empatía con los personajes principales, una relación de complicidad en donde el espectador puede sentir la sensación de impotencia y los dramas que surgen en torno a cada uno de los obstáculos que enfrentan estas valerosas mujeres. Y una de las razones que contribuye a que existan estos sentimientos, se refleja en las escenas en donde brota emotividad y los personajes se desnudan para demostrar que son mujeres de carne y hueso,  madres cabeza de hogar, con desamores, amores y eso sí, mucho sentido del humor.

Cada una de estas mujeres afroamericanas ofrece una historia diferente. Mary Jackson quiere lograr ser una ingeniera aeroespacial, Dorothy Vaughn desea ser la primera supervisora en el equipo IBM y Katherin Johnson anhela trabajar en los estudios de geometría analítica; pero al final las tres tienen un sueño en común,  abolir la exclusión haciendo uso de su inteligencia, dejando a un lado el sexo, el color de piel y los señalamientos.

De esta forma, con el poder femenino comienza la llegada del proceso de inclusión, como lo demuestra una de las escenas más fuertes, cuando Katherin Johnson  se rebela ante su jefe quien le reprocha el hecho de tardar tanto tiempo en el baño.  Es ahí, a partir de ese momento, que muchas cosas comienzan a cambiar.

Y los cambios son drásticos porque las mujeres son capaces de demostrar sus logros, no solo trayendo vida a la tierra, sino poniendo a un hombre en la luna, no solo de formando familias, sino de dejando huella en la historia  de  la humanidad. Tal vez, el filme de Talentos Ocultos tenga un final con una fórmula predecible, pero puede ser una cinta inspiradora que da cuenta de las heroínas de carne y hueso, que han estado escondidas en el anonimato, y deja un mensaje a las mujeres que hoy pueden soñar con ser genios, tener grandes aspiraciones, y lo más  importante, ser fuertes y jamás rendirse.